Te adelantamos que comprar un monitor puede ser complicado por la variedad de tipos que existen. Sin embargo, te proponemos una clasificación muy práctica y cómoda para descubrir todos los tipos de monitores en función de uso y necesidades. Puedes resolver tus dudas sobre resolución, tipo de pantallas o tamaños para elegir el mejor monitor para ti, ahorrando tiempo y dinero.
Hay tantos monitores como personas o casi. Es una buena noticia porque necesites el tipo que necesites puedes encontrarlo y además, gracias a la variedad de marcas y fabricantes, ajustar el presupuesto para comprar el mejor. Ten en cuenta que hay que fijarse en los detalles para no equivocarse ni comprar un monitor que te defraude.
Antes de preocuparte por el precio u otros detalles, es importante tener muy claro qué tipo de monitor necesitas. Los expertos recuerdan que es importante ajustar todas las características de una pantalla a la función que vaya a realizar para conseguir una combinación equilibrada y ganadora al mejor precio posible.
Se pueden clasificar los monitores, según su tamaño que se mide en pulgadas, encontramos monitores pequeños de menos de 19 pulgadas y otros enormes que superan las 85. Los tamaños medios, 24 pulgadas, son los más vendidos y solicitados en todos los escenarios. El tamaño debe ir en consonancia con la resolución, un monitor 4K no tiene sentido por debajo de las 27 pulgadas, no vas a disfrutarlo ni sacarle el rendimiento previsto y por el que estás pagando.
La resolución 4k es la más actual y la más de moda, también hace que el precio del monitor se dispare y no siempre es la mejor, todo depende de tus necesidades. Se considera imprescindible para diseñadores o profesionales afines, también para los gamer más exigentes, los profesionales o los que tienen presupuestos ilimitados. No es la máxima resolución existente en el mercado, ya han aparecido pantallas 5k con resoluciones de 5120X2880.
Se considera una resolución media y suficiente para muchas funciones: Full HD con 1920X1080 aceptable para trabajo y estudio, e incluso, para algunos juegos. El precio de este tipo de monitores es mucho más moderado. Los expertos recomiendan no comprar pantallas por debajo de esta resolución, pero existen y en casos específicos pueden ser atractivas.
Hace tiempo que los clásicos monitores de tubo han quedado totalmente en desuso, pero en su lugar han llegado muchas y diferentes tecnologías que se van introduciendo de manera paulatina. No todos los tipos de panel son válidos para todas las funcionalidades de una pantalla.
Los paneles tipo LCD o TFT LCD parecen dominar hoy la oferta y la demanda, ofrecen diferentes variables para todos los presupuestos y necesidades. Los más básicos y económicos son TN, MVA y PVA. La gama media con prestaciones equilibradas para casi todas las necesidades son los IPS.
En el punto más alto de los tipos de panel para monitores se encuentran los OLED que aunque han llegado para revolucionar la experiencia de visionado en un monitor, por el momento, su precio elevado les impide ser la primera opción para la mayoría de consumidores.
Las pantallas táctiles –prácticas en algunos sectores- y los paneles curvos –que prometen un visionado inmersivo y sin puntos ciegos- completan la oferta, pero son un tipo de monitores por el momento minoritarios en oferta y poco demandados.
Una variable que poco se valoraba en un monitor hasta que los gamer empezaron a controlar y dominar la demanda de pantallas es la tasa o frecuencia de refresco. Actualmente todas las marcas del sector se vuelcan en satisfacer las necesidades de los jugadores que exigen pantallas ágiles, capaces de seguir el ritmo de sus videojuegos favoritos, cargando pantallas al detalle en cuestión de milésimas de segundo.
La tasa de refresco se mide en hertzios, cuanto más elevada, más ágil es el monitor y más rápido para el juego, evitando que el gamer sufra de efectos tan temidos y odiados por estos usuarios, como el stuttering ghosting y flickering que produce distorsión en las imágenes. Lo ideal es una tasa inferior a los 5 milisegundos.
Recuerda que este valor está estrechamente relacionado con la resolución de monitor porque si esta es muy elevada la tasa se actualización sufre y se pierde rapidez. Es importante conseguir un equilibrio que hace que el tipo de monitores que se venden recomendados para videojuegos, muchas veces no ofrezca resoluciones por encima del FHD.
Si quieres un monitor para jugar, poco tiene que ver con el monitor que necesita un diseñador o un estudiante. Los fabricantes clasifican sus tipos de monitores, según el uso, para facilitar la compra y conseguir la máxima satisfacción de sus clientes.
Hay monitores básicos que son ideales cuando el presupuesto es muy ajustado, poco más de 100 euros, y necesitas el monitor para estudiar o trabajar, pero sin grandes exigencias de trabajo, ni resolución o calidad en la imagen o el sonido. Los tipos de conexiones también son limitadas en estos monitores, pero no tiene porqué ser un problema.
Si necesitas un monitor para conectar a tu equipo de trabajo o teletrabajo, incluso para usar de forma puntual diferentes personas de una misma unidad familiar o como pantalla secundaria; este tipo de pantallas básicas son las más recomendables. Es importante elegir modelos con características esenciales como Full HD, pero no pagar por extras que no vas a necesitar o no vas a sacar mucho partido, como el 4k, reservado a altos presupuestos.
Los monitores para trabajar o estudiar no es necesario que tengan resoluciones máximas, salvo que tu profesión o materia de formación lo exija. Sin embargo, es importante que sea versátil y que pueda adaptarse a cualquier tipo de tarea con un buen resultado. Fíjate en la ergonomía y elige monitores que puedan ajustarse en todos los parámetros para que sea cómodo para diferentes usuarios.
Una tasa de refresco de 60 Hz puede ser más que suficiente para un ordenador básico, aunque si prefieres uno más versátil que responda mejor también para algunas otras funciones, la media recomendada se eleva hasta los 144 Hz.
Es habitual que los monitores para trabajar y/o estudiar incluyan tecnología avanzada para proteger la vista del usuario y evitar o minimizar los efectos de la fatiga visual que aparecen cuando se trabaja demasiadas horas delante de una pantalla.
Gracias al éxito de público y a la demanda, los principales fabricantes de monitores ya diseñan monitores específicos para gamers. La oferta es ya amplia en precios y prestaciones para que todos los videojugadores puedan comprar el mejor monitor.
Muchos de los monitores indicados para jugar montan paneles TN o alguna de sus variantes porque este tipo de panel permite mejores tasas de refresco o tiempo de respuesta que es una de las condiciones más buscadas y demandadas por los gamer.
La resolución y la velocidad de refresco, junto con el tamaño y el diseño, son las especificaciones más importantes para un monitor que se va a usar concretamente para jugar. La tasa de refresco no debe ser inferior a los 144 Hz y la media recomendada llega hasta los 240, habiendo en el mercado monitores con tasas superiores a los 300. Los mejores de este tipo de monitores logran que el tiempo de refresco no supere el milisegundo.
La tecnología de sincronización que admita o incorpore el monitor gamer es esencial para lograr la mejor experiencia de juego sin cortes ni efectos de pérdida de imagen y calidad durante una partida. Hay dos grandes posibilidades en este tipo de monitores que dependen, además, del tipo de tarjeta gráfica que monten o permitan: FreeSync y G-Sync.
FreeSync este sistema de sincronización es abierto y universal compatible con tarjetas AMD y en el lado opuesto, se presentan los monitores con G-Sync –desarrollado por Nvidia- que solo permite sus propias tarjetas gráficas.
La pantalla que buscas, si vas a utilizarla mayormente para consumir contenidos audiovisuales como películas, series y en general, visualizar plataformas como Netflix o HBO, es un monitor de tipo TV o multimedia. El tamaño importa junto con la resolución y el sonido, mientras que otros detalles no son tan importantes como la velocidad de refresco o la ergonomía.
Si puedes permitirtelo, elige un monitor 4K para asegurarte una resolución máxima, el tamaño mínimo deberían ser 28 pulgadas para disfrutar al máximo de la calidad de imagen que te permite la resolución 4K y con un presupuesto ilimitado o muy amplio, por su puesto, elige panel OLED o al menos, IPS.
Atención a las conexiones son importantes, cuando el monitor es para consumir contenidos externos, no renuncies a una entrada HDMI, es imprescindible y si es posible, elige modelos con DisplayPort. Este tipo de monitores también es importante que te ofrezca un sonido de calidad con altavoces integrados.
Los ajustes respecto a brillo, nitidez… son básicos, pero también este tipo de monitores suele permitir un menú avanzado con muchas posibilidades como el ajuste de la inclinación o funciones para evitar deslumbramientos o modos que permiten un visionado perfecto en cualquier situación de luz externa para adaptarse a cualquier espacio doméstico con los mejores resultados.
Ahora que conoces los tipos de monitores existentes, según la función principal que vayan a realizar, puedes hacer una compra maestra en menos tiempo y garantizándote las mejores características para cubrir tus necesidades y ajustando tu presupuesto realmente a tus preferencias. Recuerda que puedes usar nuestro comprador de precios de monitores para ver la lista completa de modelos, comparar precios y marcas para encontrar la mejor oferta de tu modelo ideal de pantalla.
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