Marca: Noel carroll
Mi hipótesis es que la emoción de terror artístico implica necesariamente una combinación de miedo y repulsión con respecto al pensamiento de monstruos como Drácula, de tal modo que esos estados cognitivos producen alguna clase de agitación física, que puede ser tan evidente como el temblor o que se revuelva el estómago, o tan sutiles como un estremecimiento, o una sensación fuerte de aprensión física, de alerta o de presentimiento... Esas emociones pueden surgir del pensamiento de tales criaturas y no requieren que creamos...
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